El origen de la danza del vientre, que combina técnicas de Oriente Medio con el Norte de Africa, es bastante confuso pero se suele relacionar con danzas del Antiguo Egipto, o con bailes de corte religioso de hace miles de años por las sacerdotisas egipcias, con prácticas tradicionales relacionadas con la fertilidad, el embarazo y el alumbramiento e incluso con danzas gitanas.
Y, al igual que con el resto de las danzas, la danza del vientre aporta muchos beneficios a aquellos que la practican y especialmente a las mujeres. Por lo pronto, esta danza milenaria ayuda a recuperar el equilibrio perdido en el día a día por culpa del estrés, las responsabilidades laborales y familiares; se puede decir que es una auténtica danza-terapia en la que el cuerpo y la mente conectan perfectamente y además permite que la persona que la practica desarrolle una gran expresividad. Además lo pueden practicar todo tipo de personas, sin importar su edad ni su estructura física.
Las mujeres toman conciencia de su feminidad y fuerza, y consiguen un gran bienestar, alegría, relajación, seguridad y aprenden a desarrollar su sensualidad.
Las mujeres toman conciencia de su feminidad y fuerza, y consiguen un gran bienestar, alegría, relajación, seguridad y aprenden a desarrollar su sensualidad.
Pero además, podemos enumerar una gran cantidad de beneficios, tanto mentales como físicos, que nos pueden animar a practicar esta danza:
- Se consigue un desbloqueo psicológico y ayuda a despertar el amor propio. La práctica asidua consigue que se eliminen inhibiciones, que aceptemos nuestro cuerpo tal y cómo es. Al trabajarse desde el interior, la belleza física no es un fin en sí mismo sino una consecuencia.
- Nos ayuda a mantener el peso: según varios estudios en una clase normal podremos quemar de 300 a 500 calorías.
- Permite estimular los órganos internos gracia a los ejercicios pélvicos y abdominales y por la respiración.
- Desbloquea la zona genital, ayuda a flexibilizar los músculos.
- Disminuyen los dolores menstruales.
- Favorece la elasticidad del tejido abdominal.
- Ayuda a la preparación al parto y a la recuperación tras él.
- Ayuda a evitar el estreñimiento, la frigidez, el vaginismo y la incontinencia urinaria o problemas de colon.
- Permite moldear la figura al existir un equilibrio entre tensión y relajación lo que ayuda a fortalecer los músculos.
- Aporta movilidad articular a la columna vertebral por los movimientos circulares y ondulantes.
- Favorece la flexibilidad y fortalecimiento óseo, lo que alivia los efectos del reúma, la artrosis, compensa la descalcificación y la osteoporosis.
- Favorece la coordinación y contribuye a conseguir una postura correcta de la espalda.
Desde aquí os animo a todas las que lo estéis pensando a que os lancéis. De hecho yo ya me lo estoy pensando seriamente ;-)
Y para terminar, os dejo con una muestra de lo que seremos capaces de hacer con unas cuantas clases:
muy interesante. Ya sabéis todas a bailar danza del vientre.
ResponderEliminar